El rock sinfónico, ese estilo musical tan maravilloso que tan feliz me hace y que nos ha dado a bandas como Camel, Génesis, Emerson Lake & Palmer, King Crimson, Pink Floyd o mis adorados Rush sólo tiene un GRANDE superviviente, y son YES.
La banda nació a finales de los 60, Steve Howe ya tiene 74 años, y han sido de una lealtad y garantía sin parangón en la historia de la música. La muerte de Chris Squire, bajista y único miembro fundador que aparece en todos los discos, con ese sonido tan maravilloso y esos coros imprescindibles, daban poco horizonte a la hora de que naciera nuevo material.... pero oye, tela marinera, se descargan este The Quest, que, desde el primer corte te lleva a la música que adoras, a lo orgánico, al trabajo minucioso de composición, a las guitarras metidas con sabiduría, a teclados fabulosos, atemporales, armonías trabajadas con una voz principal que lo deja muy alto y el estilo de Yes, muy puro y transcendental. Violines, orquestación, cuerdas medievales, ... y mucha emoción.
Lo de Howe es inexplicable, un anciano lleno de ideas, el resto de la banda está impecable, dentro de una producción deliciosa, old school, simple y bello rock sinfónico, tan difícil de componer, tan agradecido de escuchar. El disco me encanta, lo tengo en bucle. Tiene un puntito de tristeza, de añorananza, de serenidad, casi como de despedida o de recuerdo a los que no están, quizás sea melancolía. Hay buen té, mesa camilla, pausa y toda la verdad compositiva en este disco. Para mi, es un lujo que bandas así sigan sacando discos y tan buenos. Kansas, Yes, el propio Jeff Lynne, son gentes que brincan los 70, que no necesitan sacar nuevos productos, pero aman la música y saben lo que hacen.
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