Es curiosa e interesante la carrera cinematográfica del gran Frank Sinatra. Joven prodigioso, voz eterna y madura desde el principio. A través de su trayectoria Sinatra cambió de rol, como cambio su personalidad y cambiaron sus compañias.
Hay dos películas, entretenidas y menores pero muy ilustrativas que, además de hacerte pasar un gran rato te muestran el cambio de rol y presencia. "Llévame a ver el partido", con gene Kelly y el bellezón Esther Williams, muestra a un Frank flacucho, tímido, arrasado por la fuerza de Kelly, recibiendo constantes burlas sobre su falta de fuerza física, su torpeza con las mujeres y dejando paso al huracán Kelly que es quien se lleva a la Williams al agua, nunca mejor dicho. Pasan varias décadas, la fama, Las Vegas, el Rat Pack, y el rol de Frank pasa a ser completamente distinto. No hay más que ver la divertida y superpop comedia "Gallardo y Calavera". El otrora delgaducho, talentoso pero poco atractivo patito feo es ahora un jeta de los que hacen época, saliendo con 7 mujeres a la vez, adoctrinando a jóvenes en el calaverismo despiadado, pero no solo eso, Sinatra tiene un empaque, una mirada, un gesto y una actitud frente a las cámaras que hace que, el que antes se diluía, ahora atraiga todos los focos.
Divertidas, ligeras y agradables estas comedias del bueno de Frank, que también tuvo sus piezas dramáticas de empaque.
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